Cada
vez que hablo con mis amigos o familia siempre salen las preguntas lógicas
relativas a mi nuevo trabajo. Más o menos todos hacen las mismas, así que voy a
escribir un poco sobre cómo es la experiencia de trabajar en Arabia y algunas
de las cosas curiosas que ya me han pasado estando aquí.
La semana laboral
Lo primero de
todo, y más chocante, es el tema de la semana laboral. Como ya dije, en Arabia
no se rigen con el mismo calendario que tenemos en Europa (el gregoriano), sino
con el calendario musulmán.
Según este
calendario la semana se distribuye de diferente manera a como lo hace en España.
De este modo, el día festivo es el viernes (en árabe se denomina “la reunión”,
llamado así porque está destinado a la realización de la oración colectiva en
las mezquitas) y la semana laboral comienza pues el sábado. Así que mientras
todos vosotros estáis contentos y felices disfrutando de unas cervecitas
durante vuestro primer día de finde, nosotros estamos en nuestro primer día de
curro, tras un finde cortito y por supuesto sin cervecitas.
Pero, ¿por qué
digo un finde cortito? Pues porque sólo tiene un día de duración, el susodicho
viernes. Todos los demás días, de sábado a jueves, son laborables y con un
horario muy similar al de España. Como podréis
imaginar, éste es uno de los aspectos que más choca desde el principio.
Que comience el
sábado o el lunes da igual, resulta extraño, pero sólo eso. Sin embargo,
trabajar seis días en vez de cinco se nota y mucho. La semana se hace larga en
cuanto a cansancio mental y físico y el único día del que dispones no basta
para desconectar y descansar lo suficiente. Quizás con el tiempo te acostumbres
y punto, pero por ahora, yo no lo he conseguido, y cuando llega el sábado no
tengo la sensación de haber tenido suficiente tiempo para mí fuera de la
oficina.
Los Tea Boys
En cuanto al
trabajo en sí… pues es más o menos igual que siempre, lo cual, en mi caso,
tiene su lógica, puesto que he venido con una empresa española, que además, es
la misma con la que llevaba casi cuatro años trabajando en España. Con ello me
refiero a lo relativo al sistema de trabajo o temas de calidad, pero lo que sí
que cambia es la relación con el cliente u otros temas diarios que aquí son
normales.
Por
ejemplo, algo que me llamó la atención nada más pisar la oficina fue lo que aquí
llaman “Tea Boys”.
¿Quiénes
son estos personajes de extraño pero lógico nombre? Pues son unos chicos que
tal y como entras por la puerta y te sientas en tu mesa cada mañana aparecen
con una taza de té (de ahí su nombre) o de café y una botellita de agua. Y ese
es su trabajo. Cada vez que quieras algo de beber se lo pides y te lo traen. Yo
aun no he terminado de habituarme y me sigue pareciendo un tanto absurdo, pero aquí
es algo normal y parece ser que heredado de los ingleses.
En esta oficina,
no sé si será igual en todas, también hacen las labores de limpieza e incluso
aprovechamos para pedirles que hagan alguna que otra fotocopia o recado. También
es muy habitual darles dos o tres euros y que bajen a limpiarte el coche de
forma periódica. No sé muy bien a la hora que entran por las mañanas, puesto
que siempre que yo llego ya están ahí, y sé que se van mas o menos a la misma
hora que nosotros lo hacemos, siendo su sueldo de tan sólo unos 100 euros al
mes. Ya ves… penoso.
Aquí os dejo un
post que habla precisamente de los tea boys en Arabia Saudí.
Los drivers
Otra figura
fundamental aquí es la del driver, que es un chófer disponible para lo que sea
necesario en la oficina. Entre sus funciones hay muchas. Por ejemplo, a mí me recogió
en el aeropuerto al llegar a Riad o me llevó a la Embajada Española para darme
de alta en Arabia.
Por lo que yo he
observado, lo habitual es mandarle a hacer recados, como pueda ser el ir a la papelería,
al estanco o a cualquier otro sitio que lo requiera, y siempre está ahí esperando
a que se le avise con lo que se necesite.
Por ahora, debido
al poco tiempo que llevo aquí, no tengo una opinión clara respecto a este tema.
La sensación es que no es del todo necesario, puesto que en España estos
asuntos son resueltos sin necesidad de tener un driver disponible en todo
momento, pero es probable que en una ciudad como Riad sí que sea útil y me iré
dando cuenta de ello a medida que lleve aquí más tiempo.
Nosotros, ahora
mismo tenemos contratado un sólo driver que, por cierto, no tiene ni la menor idea
de inglés, lo que dificulta mucho comunicarse con él y conseguir que entienda
lo que quieres que haga. De hecho, la mitad de las veces que le mandas a por
algo vuelve con cualquier otra cosa o con las cantidades totalmente cambiadas. Así, yo llevo tres semanas mandándole a por
una papelera para el despacho y aún no he conseguido que me la traiga, y mira
que cojo una de ejemplo y se la pongo delante para que la vea… pues nada, ¡que
no hay papelera que valga! A ver si esta semana que entra lo consigo.
Hay otro tipo de
drivers cuya función no es la de resolver temas relacionados con la oficina,
sino que están contratados única y exclusivamente para asuntos familiares,
sobre todo para las mujeres. Por si alguien aún no lo sabía, las mujeres en
Arabia tienen prohibido conducir, por lo que dependen de que sus maridos puedan llevarlas a donde sea que quieran ir. Sin embargo, existe la opción de los
drivers. No sé si es algo muy habitual o no (imagino que sí), pero nuestra
empresa tiene contratados a varios para que lleven a las mujeres al centro
comercial, al colegio a recoger a los niños o, en definitiva, a cualquier sitio
que necesiten ir.
Los aseos y las duchas limpia-culos
Si hay algo que
de verdad choca y donde hay que intentar entrar lo menos posible en este país,
eso son los aseos. De esto me di cuenta nada más llegar a Riad-Aeropuerto y
entrar en uno antes de recoger mi maleta… ganas me dieron de volverme de vuelta
a España, con eso lo digo todo.
En cuanto a los baños
de la oficina la verdad es que están bastante bien y limpios, por lo que no es
eso de lo que voy a hablar, sino más bien de algunas cosas raras que pasan en
ellos o artilugios que tardé en entender para lo que servían. Claro, que más
feliz era yo viviendo en la ignorancia...
Para empezar, desde
que llegué no paraba de escuchar fuertes ruidos provenientes del baño. El
primer día no le di mayor importancia, simplemente pensé que alguien estaría con
un refriado del quince y punto. Pero al repetirse en el tiempo y de forma
continua uno empieza a mosquearse y darle vueltas al asunto.
No sabía muy bien
cómo averiguarlo así que supuse que algún día acabaría enterándome. ¡Y así fue!
El miércoles pasado entro en el aseo y me encuentro allí a un tío absorbiendo
agua por la boca y expulsándola por la nariz. Agradable forma de limpiarse la
nariz, sí señor.
Otro día entro y
veo a un compañero musulmán con el pie metido en el lavabo, limpiándoselo.
¡Y no sólo eso! Que el tipo tenía también los brazos y la cabeza empapada. Se
me tuvo que quedar tal cara que al mirarme se apresuró a explicar que estaba haciéndose
las abluciones previas a la oración, como si eso mejorara mucho mi percepción.
Sobre todo porque hay una parte habilitada para ello y no es necesario usar el
lavabo.
Las ablución es
una purificación ritual que los musulmanes hacen antes de rezar. Se lavan los
pies, los brazos y manos y la cabeza para presentarse ante dios limpios y puros.
Recuerdo que uno
de los primeros días no encontraba a este compañero por ningún lado y al
preguntar me dijeron que estaba rezando en la habitación de al lado. Me asomé y
efectivamente allí estaba. En ese momento me resultó extraña la situación,
imaginad que en España buscas a alguien y te dicen que tienes que esperar, que está
rezando. Sin embargo, ahora no me llama tanto la atención, dado lo religioso
que son muchos de ellos y el país en el que estamos.
¡Y por fin llega la
ducha limpia-culos!
Cuando entras por
primera vez a un baño una de las cosas que sin duda más te llaman la atención desde
el primer momento es la existencia de una ducha al lado de cada retrete, tal y
como podéis observar en la fotografía. Y
es que resulta que esta gente no usa papel higiénico, sino que se levantan la túnica,
cogen la ducha con una mano y con la otra se frotan hasta que quede limpio y
reluciente. Así, tal cual. Y bueno, eso en los que hay retretes, porque en
otros simplemente hay placas turcas con asideros a cada lado, importante esto
para no caerte durante el esfuerzo.
Así que en los baños
pueden pasar cosas extraordinarias y difíciles de olvidar. Y estoy hablando de los baños
de la oficina, que están muy bien, imaginad en cualquiera de otro lugar. El jueves
sin más, justo antes de marcharnos, abro la puerta y tal y como piso observo
que está inundado y que el agua me llega bien alta. Pero lo peor es que no
estaba inundado por problema alguno, sino que era el Tea Boy y su método de
limpiado por inundación.
Estoy seguro de
que esto no es más que el principio y que me esperan importantes descubrimientos
que ya os iré transmitiendo a través del blog. Mientras tanto, aquí tenéis un post interesante sobre el asunto, escrito
por un compañero de la empresa que ya no está en Arabia.
La cantina de la Guerra de las Galaxias
Para terminar... la mítica
cantina de la Guerra de las Galaxias, secuencia
que todo aquel que haya visto esta película estoy seguro que recordará sin
problemas.
El otro día comentábamos si allí el tema del water era como en marruecos... por lo menos que pongan una pastilla de jabón en los baños :)
ResponderEliminarPues sí, no vendría nada mal... aunque yo por ahora me conformo con que al menos se acuerden de poner el papel higiénico para los que no seamos musulmanes :-)
EliminarYa estoy por aquí Cañita!!
ResponderEliminarEl tema de las duchas me ha dejado una pregunta rondando la cabeza, ¿es utilizada como objeto sexual?
PD: quita el puto filtro antes de publicar.
Qué bien verte por aquí miarma!!
EliminarSobre la ducha... no me extrañaría que alguna que otra aplicación tenga, claro que yo creo que lo mejor es que le preguntes al Sotito de Moda, que seguro tiene mil y una ideas sobre ese tema.
En cuanto al filtro, no sé muy bien a lo que te refieres, así que preguntaré a alguno de por aquí a ver qué me dice y ya se lo quito.
Por cierto! que en estos momentos estará viniendo hacia acá el Señor James. Iré a recogerlo con Crispal, a ver qué tal llega!
El tema del filtro es que antes de publicar un comentario te pide que introduzcas unas letras que aparecen en una imagen para asegurarse que no eres un robot. Una jodienda para los que queremos escribirte algo vamos.
EliminarDale besitos a Monsieur James y pasadlo bien chavales!
Ahhh!! Pues se lo quitaré para la próxima y así no tengáis que meter código de ningún tipo.
EliminarYo se los doy, don't worry!
No quites el filtro o captcha o caerás en las manos de los robots maliciosos. A mí me metieron un virus por no tener filtro. Menos mal que tenía una copia guardada de mi blog. Supongo que tú también tendrás una copia de tu blog ¿verdad?. ;)
ResponderEliminarHombre!! Que bueno ver a Crispal por aqui...
EliminarMe parece que te haré caso con lo del filtro y por ahora lo dejare puesto. De todos modos también tengo una copia por lo que pueda pasar :-)